martes, 23 de agosto de 2011

SANDRO EDWIN COLLAZOS - AUTOBIOGRAFIA


SANDRO EDWIN COLLAZOS VELASCO
Centro Regional Cauca




FACULTAD DE EDUCACION
Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
Popayán, Agosto de 2011

INTRODUCCIÓN

Pretender narrar la vida de una persona es importante, pero más importante es cuando se narra la vida propia, es por eso que mediante el presente trabajo, se dan a conocer algunos aspectos de mi vida desde al infancia, hasta la fecha, en donde se aprecia cómo la lectura cambia la forma de pensar de muchas personas, volviéndolas en pensadoras críticas.


AUTOBIOGRAFIA

Nací el 04 de noviembre de 1972 en Silvia, un municipio al Nororiente del departamento del Cauca, mis padres son MARIA ESNEDA VELASCO y BERNARDO COLLAZOS, soy el mayor, mi niñez y mi juventud fueron un poco difíciles, pues la separación de mis padres fue tan solo cuando yo tenía dos años y medio, algo que marcó mi vida por mucho tiempo, pero que logré superar. Mis estudios de primaria los realicé en la Escuela Urbana Mixta Colombia, así era como se llamaba para ese entonces aquel centro educativo, del cual solo queda el nombre, pues con el pasar de los años fue clausurado, mi profesora en primero fue la señorita EMERITA VIDAL, la recuerdo como si fuera ayer, ya en segundo tuve un profesor, el señor RAFAEL MUÑOZ, una persona de mucho carácter, de mucha templanza, pero carismática, con dones que solo un buen maestro podía tener para enseñar, ya en tercero, cuarto y quinto, él era nuestro director y además director de la escuela. El salón donde estudiaba tenía piso de madera, un tablero grande de color verde, dos ventanas grandes con bastantes vidrios pequeños, había en aquella escuela un patio pequeño y uno grande, este último  contaba con una cancha de fútbol y una zona verde muy extensa, en donde luego de sonar la campana, para el recreo, salíamos corriendo a disfrutar del juego, bien recuerdo que la campana era de hierro de color negro, con un pedazo de tornillo bien grueso para golpearla y hacerla sonar, solo la tenía el profesor RAFAEL en el salón y a veces nos mandaba a tocar la campana y era la felicidad de uno tocar dicha campana. En los grados superiores se contaba con varios profesores entre ellos el profesor GERSAIN CALAMBAS, quien daba clase de matemáticas, un profesor de nombre SILVIO, quien daba Geografía e Historia Patria, una profesora que nos daba clase de Ciencias Naturales, la profesora OLGA, quien era la que daba clases de Religión y Urbanidad, era un total de cinco profesores, pero pasábamos más tiempo con el profesor RAFAEL MUÑOZ.

Fue en aquella escuela en donde a causa de una broma de mi compañero de salón y vecino, HOLMER HURTADO, que se me fracturó una costilla, pues él en un recreo me colocó una zancadilla y caí rodando sobre unas piedras, pero de eso me mejoré, pues me llevaron a donde un sobandero y este solo me hacía doler más y más, hasta que se me quitó el dolor.

Los libros que se leían era Nacho Lee en primero y hasta tercero, recuerdo que por la condición de pobreza en que vivíamos, mi madre no podía comprarme el libro, había un compañero que se llamaba VICENTE, quien compartía conmigo el libro y solo era en los ratos de lectura.
Así transcurrió el tiempo y pasé al bachillerato, mis compañeros de escuela que aun recuerdo JAIME ALFONSO, ALMA NANCY, CLAUDIA PATRICIA, DIEGO, HOLMER, nos distanciábamos pues a mi me matricularon en el Instituto Agrícola y a ellos en otros colegios, en sí el estudio poco era de mi interés, quería trabajar y ganara dinero para ayudar a mi madre, a mi abuela y mis tías, quienes vivían conmigo.

La tía ESPERANZA trabajaba para ese entonces en el hotel de Turismo de Silvia, el cual era administrado por la señorita GLORIA PATRICIA TOBAR, quien me brindó el apoyo para que estudiara el bachillerato, en el Instituto Agrícola de Silvia, en donde por descuido y poco interés, perdí el año, siendo matriculado de nuevo, en donde deseaba estudiar en el Colegio Ezequiel Hurtado.

Esto se logró, pero fue necesario demostrar que no me gustaba para nada lo que tenía que ver con animales, con agricultura, aunque aprendí un poco, y fue así como entré a estudiar al colegio Ezequiel Hurtado, allí inicié de nuevo sexto grado, y no podía quejarme, me fue tan bien que logré ganarme las becas de séptimo y octavo.

Foto Colegio Ezequiel Hurtado (Silvia Cauca).

Pero como las cosas cambian y ya para esa época trabajaba los fines de semana en el hotel de turismo ayudando a servir gaseosas y lavando los vasos de cristal, decidí terminar octavo y trasladarme a la ciudad de Cali, en donde inicié en el CCED y allí terminé mi bachillerato, claro que antes de reiniciar mis estudios, me encontraba trabajando en una empresa privada, pero me di cuenta que para todo lo que uno quiere hay que estudiar y fue así como culminé mis estudios de bachiller.

Pasaba el tiempo y había perdido mi trabajo a causa de un accidente, debiendo regresar a Silvia, en donde me propusieron ingresar a la Policía Nacional, cosa de la cual dudé mucho por el riesgo que se corría en aquel entonces, hablo del año 1995, pero opté por aceptar la propuesta de un amigo mío que trabajaba en esa Institución, logrando vincularme a ella desde el primero de junio de 1996, Institución que me ha dado la mano, apoyo y mucho más.

Trabajando en Popayán, conocí a Verónica quien hoy es mi esposa, con quien tengo dos hijos y quien luego de convertirse en profesional con el apoyo mío, me insinuó que también debía hacer lo mismo, iniciando mi carrera de Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana en la Pontificia Universidad Javeriana, en donde estoy cursando actualmente décimo semestre.

                                                                                              Fotografía: Curso de ascenso en Sibate 2011

Pensaba que la lectura era solo para las clases de Español, pero con el paso del tiempo, me he dado cuenta y he logrado aprender que es una herramienta que facilita conocer más de lo que hay en el mundo, permite adquirir conocimientos, nos lleva en un viaje de ilusiones, de fantasía, de sueños, la lectura es saber y es poder. Hoy en día he leído gran cantidad de libros, revistas, periódicos y en el colegio de la Policía, en donde me desempeño como docente de Español en sexto grado, desarrollo el plan lector y hago que los niños y niñas profundicen mucho en la lectura y la escritura, para que conozcan más del mundo, de la vida y de lo que les rodea.


Fotografía: Como director de grupo  celebrando el cumpleaños a dos niños en el Colegio Nuestra Señora de Fátima de la Policía en Popayán 2010